En 1949 George Orwell publicó una novela titulada 1984, en la que ya se denunciaba el excesivo control de los ciudadanos por parte de los gobiernos totalitarios. Ha llovido mucho desde entonces, pero Orwell no se equivocó en absoluto.
Ahora hay un movimiento ciudadano contrario a la vídeo-vigilancia preventiva y al espionaje de las comunicaciones personales que se cuela en nuestras vidas en aras de la seguridad, el orden público y el control laboral.
Personalmente, no me preocupa tanto la existencia de cámaras como la inseguridad en la conservación de las imagenes obtenidas e, incluso, su uso sin consentimiento de los afectados.
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En 1949 George Orwell publicó una novela titulada 1984, en la que ya se denunciaba el excesivo control de los ciudadanos por parte de los gobiernos totalitarios. Ha llovido mucho desde entonces, pero Orwell no se equivocó en absoluto.
Ahora hay un movimiento ciudadano contrario a la vídeo-vigilancia preventiva y al espionaje de las comunicaciones personales que se cuela en nuestras vidas en aras de la seguridad, el orden público y el control laboral.
Personalmente, no me preocupa tanto la existencia de cámaras como la inseguridad en la conservación de las imagenes obtenidas e, incluso, su uso sin consentimiento de los afectados.
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