Doraemon, el gato cósmico

Hola. Hoy me gustaría hablar sobre una serie de dibujos animados que yo personalmente veia en mi infancia. Doraemon.

Para empezar, Nobita, el protagonista, es un niño que por lo desordenado e irresponsable que es le mandan a Doraemon para que ese niño no acabará mal.

Pero Doraemon no era un gato cualquiera. No, no es por que no tuviera orejas, ni por que tuviera un cabeza más grande de lo normal. Sino por que era un gato del siglo XXII y encima tenia un bolsillo mágico del que se podía sacar lo que quisiera. Desde un spray que hacia que su madre no se enfadara con el hasta una pistola para parar el tiempo.

Claro, con un gato como ese en casa cualquiera se aprovecha de sus inventos. Me acuerdo específicamente de un capitulo en el que Nobita le pide un artilugio para ser el más listo de la clase y así que Shizuka ( la típica niña pija que saca excelentes notas) se enamorara de el.

Nobita, harto de que su madre le obligara ir comprar la comida ( que no se por que cada vez que iba esta la tienda cerrada y tenía que irse a mataporculo para poder comprar) le pidio un artilugio que hiciera que su madre, ella misma, fuera a por la compra para librarse un rato de ella. Es lo que tiene tener un gato mágico en casa, que se le va hacer...

Pero Nobita tenía amigos, no muchos pero los tenía. Como por ejemplo Suneo, que era el niño rico mimado que siempre tenía los mejores juguetes y estaba fardando todo el día por eso. O Gegant (gigante en castellano) que era un niño que tenía una fuerza impresionante, vamos, lo normal para un niño de 10 o 11 años. Y que por eso siempre le quitaba los juguetes a Suneo y no se los devolvía. Que ahora que lo pienso, para ser Japonés tenia un pinta de gitano que te cagas.

Doraemon podía viajar en el tiempo. Pero ahí no acaba la cosa. Sino que lo hacia metiéndose dentro de un cajón!! Riete tu de la maquina del tiempo de Edison...

Doraemon también podía volar, si. Mediante el barrecopter ( gorrocoptero en castellano) que era un puto molinillo que se colocaban en la cabeza y con eso podían volar a una altura de vértigo.

Y luego resultó que fue todo un sueño. Que ni había gato cabezón ni había na'.